olombia genera aproximadamente 11,6 millones de toneladas de residuos sólidos al año (La República, 2019), alrededor de 31.700 toneladas diarias en los municipios. El porcentaje de reciclaje en el país es aproximadamente 17% gracias a la labor de más de 34.000 recicladores de oficio. Más de 97% de residuos sólidos terminan en rellenos sanitarios y menos del 1% de los residuos recolectados formalmente por empresas de aseo son reciclados (SSPD, 2017). El sistema de separación es diferente en cada ciudad, pero en Bogotá, por ejemplo, en muchos barrios, existen contenedores de diferentes tamaños para los residuos ordinarios y reciclables. Los recicladores recogen los materiales reciclables dispuestos en estos contenedores en bolsas blancas.

La recolección y el transporte de los residuos generados constituyen un servicio que, al estar directamente relacionado con la salud pública debe prestarse de manera continua. En esta situación de emergencia ocasionada por la pandemia covid-19, la prestación del servicio público de aseo es de vital importancia, teniendo en cuenta que varios estudios han alertado sobre la permanencia del virus en superficies inertes (BBC, 2020). Lo anterior constituye un reto para el sector de manejo de residuos puesto que el adecuado manejo de estos contribuirá, en cierta forma, a la mitigación en la propagación del virus.

La permanencia del virus en superficies inertes representa un riesgo significativo para los operarios del servicio de aseo, quienes tienen contacto directo con los residuos. En el caso de la recolección y transporte de residuos ordinarios, los prestadores cuentan, en su mayoría, con medidas de protección personal para sus operarios y protocolos de seguridad. El riesgo se acentúa para la recolección de materiales aprovechables, la cual se realiza principalmente por recicladores de oficio quienes históricamente han desempeñado esta labor de manera informal. La informalidad en la recolección de los residuos aprovechables incrementa el riesgo de contagio debido a la falta de implementos de protección y medidas de seguridad. Esto sumado a la crisis social y económica que atraviesa la población recicladora durante la pandemia.  

El gobierno nacional bajo diferentes decretos ha definido la obligatoriedad en la prestación de los servicios públicos, incluido el servicio de aseo el cual incluye la recolección, el transporte, el aprovechamiento y la disposición final de residuos sólidos. Esto quiere decir que, durante la emergencia, los rellenos sanitarios seguirán operando y los recicladores de oficio continuarán sus recorridos por las calles recogiendo los materiales reciclables. En hogares donde habiten pacientes contagiados o con síntomas del virus, los residuos deberán ser dispuestos en bolsas negras sin ser susceptibles al aprovechamiento. El gobierno ha hecho énfasis en que los recicladores de oficio no podrán abrir bajo ninguna circunstancia las bolsas negras con el fin de prevenir un potencial contagio.

Antes de la pandemia, el manejo de residuos sólidos en el país presentaba ciertas deficiencias en cuanto a cobertura y sistemas de disposición final. En municipios pequeños la falta de mecanismos sanitarios de disposición final es una realidad y el manejo de los residuos peligrosos constituye uno de los más grandes desafíos.

La asociación mundial de residuos (ISWA) como otras organizaciones internacionales ha recomendado estrategias para gobiernos, empresas de aseo y recicladores. ISWA tiene recomendaciones específicas para la recolección de residuos de los hogares con pacientes de covid-19 en cuarentena. Acá puede encontrar todas las recomendaciones relacionadas con el manejo de residuos de esta organización.

La participación de la ciudadanía es de gran importancia tanto para proteger a los operarios de aseo y recicladores en primera línea así como para garantizar que los sistemas de manejo de residuos con los que se cuenta funcionen correctamente. Estas son algunas de las acciones que podemos tomar como ciudadanos para tener un manejo adecuado de nuestros residuos durante la pandemia:

  • Separar y disponer los residuos adecuadamente. Utilizar una bolsa negra para los residuos ordinarios y una bolsa blanca para los materiales reciclables limpios y secos.
  • En lo posible, almacenar los materiales reciclables en el hogar por un tiempo mayor antes de entregarlos al reciclador de oficio. Teniendo en cuenta que el virus puede permanecer hasta 72 horas en superficies inertes, al almacenar los materiales por un mayor tiempo podríamos reducir el riesgo de infección en la población recicladora.
  • Aprovecha el tiempo en casa para conocer los horarios y frecuencias de recolección tanto de los operarios de aseo como de los recicladores de oficio que prestan su servicio en tu hogar. De esta forma, puedes organizar tu tiempo para entregar los residuos de manera adecuada.
  • Todos los elementos de protección personal como tapabocas, guantes, entre otros, deben ser colocados en una bolsa plástica la cual debe ser dispuesta dentro de la bolsa negra de ordinarios. Es importante desinfectar la bolsa negra con alcohol antes de ser entregada al operario de aseo. 
  • Durante la emergencia es posible que no estén funcionando los centros de recolección de residuos pos-consumo como pilas, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, aerosoles entre otros. Debemos evitar que estos residuos lleguen a los rellenos sanitarios por lo tanto, es recomendable almacenarlos en los hogares hasta que puedan ser entregados a un gestor autorizado para el manejo de estos. 
Fabrica de reciclaje de plásticos en Colombia

Diana Mazorca es una profesional de residuos sólidos y trabaja con la Superintendencia de Servicios Públicos en Colombia.

Vishwas Vidyaranya es un profesional de economía circular con más de 10 años de experiencia internacional.